Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir. Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad. Un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos, hacerse cargo. Además, un día lastimé a alguien y fue ahí cuando aprendí a pedir perdón. Un día lo viví triste y cuando llegó la noche me di cuenta que es mucho más lindo sonreír que llorar. Otro día, perdí mi tiempo con cosas que no valían la pena y noté que la vida pasa demasiado rápido para perdérsela esperando algo que nunca va a pasar. Un día, descubrí que tiene sentido enamorarse y pelear por lo que uno siente. Después de muchos días entendí, que en la vida todos te van a lastimar, pero tienes que encontrar a las personas por las que vale la pena sufrir. Tienes que sonreír. Tienes que saber amar. Tienes que tener la grandeza para aceptar tus errores y la valentía para pedir perdón. Tienes que compartir. Tienes que cumplir. Tienes que olvidarte de los que te critican y unirte a los que te quieren y por sobre todo tienes que vivir cada momento como si fuera el último.

lunes, 4 de noviembre de 2013

El 70 % de la superficie del Planeta Tierra esta cubierta por agua. Los humanos llaman continente a las grandes extensiones de tierra, & llaman islas a las pequeñas extensiones separadas del continente. Como si los continentes no fueran islas, grandes, pero islas al fin. Ellos mismos, los humanos, son islas rodeadas por un mar de gente. Están en una isla & son una isla. Prefieren las penas de soledad antes que las penas de amor. Prefieren la soledad antes que la traición. En un mundo en donde un hermano mata a su hermano, la soledad es el mejor refugio. El síndrome del isleño es una especie claustrofobia que experimentan algunas personas estando en una isla. La claustrofobia es eso, un ahogo ante el encierro, ante el propio encierro. La desconexión emocional es el cierre de todos los puentes. Nadie entra, nadie lastima. Un puente nos permite salir de nuestra isla, tomar distancia & mirarla desde afuera. Un puente, una balsa, un helicóptero o un beso, cualquier recurso vale para salir de la isla. Pero el amor es un puente mágico, porque se construye solo, mas allá de la voluntad.
Antes de construir un puente, se deberá cavar muy profundo hasta el corazón de la piedra.

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