Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir. Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad. Un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos, hacerse cargo. Además, un día lastimé a alguien y fue ahí cuando aprendí a pedir perdón. Un día lo viví triste y cuando llegó la noche me di cuenta que es mucho más lindo sonreír que llorar. Otro día, perdí mi tiempo con cosas que no valían la pena y noté que la vida pasa demasiado rápido para perdérsela esperando algo que nunca va a pasar. Un día, descubrí que tiene sentido enamorarse y pelear por lo que uno siente. Después de muchos días entendí, que en la vida todos te van a lastimar, pero tienes que encontrar a las personas por las que vale la pena sufrir. Tienes que sonreír. Tienes que saber amar. Tienes que tener la grandeza para aceptar tus errores y la valentía para pedir perdón. Tienes que compartir. Tienes que cumplir. Tienes que olvidarte de los que te critican y unirte a los que te quieren y por sobre todo tienes que vivir cada momento como si fuera el último.

sábado, 18 de enero de 2014

Para transitar algunos dolores, para poder abrirnos a ellos hay que animarse a perdonar.Perdonar es soltar la culpa, dejarla ir. La culpa es un ancla que nos detiene.Al perdonar, al soltar la culpa, nos soltamos nosotros. Nos permitimos avanzar.Castigarnos una y otra vez por algo que no podemos cambiar nos detiene en el tiempo.Hay que salirse de la huella, de esos pasos que nos llevan una y otra vez al mismo camino.Perdonar, perdonarse, es crecer.Hay que animarse a avanzar, a no repetir las mismas respuestas a los mismos problemas.Nos cuesta perdonarnos y eso nos destina a quedarnos congelados en el error que cometimos. No perdonarnos es nuestra forma de castigarnos.Perdonar es más que perdonar a otro, es entender que no somos culpables de las impotencias de los otros.Cuando repetimos aquello que nos hace mal en realidad es nuestro interno por repararlo. Es un intento porque aquello que fue no sea.Cuando volvemos al mismo sentimiento buscamos la chance de cambiar lo que pasó. Un imposible.Perdonarse es soltar la culpa de existir.Hay deseos muertos, que nos atan, nos detienen en el camino. Están los otros, los que nos empujan, los que nos abren el camino.Los deseos muertos quieren cambiar lo que no se puede cambiar. Nos hacen mirar atrás, niegan el perdón y la posibilidad de perdonar.Perdonar es dejar en el pasado lo que es el pasado. Es acomodar ese trauma en donde corresponde. Es reconstruir desde las ruinas. Es cerrar esa puerta. Es dejar que el tren avance. Es volver a jugar el partido. Es afirmar la propia identidad. Es animarse a ser otro. Es superar nuestros miedos. Es enfrentar nuestros miedos. Es luchar contra nuestros demonios. Es reencontrarse con uno mismo.Perdonar y perdonarse es soltar eso que nos tiene detenidos en el tiempo, y al fin poder avanzar.

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