Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir. Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad. Un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos, hacerse cargo. Además, un día lastimé a alguien y fue ahí cuando aprendí a pedir perdón. Un día lo viví triste y cuando llegó la noche me di cuenta que es mucho más lindo sonreír que llorar. Otro día, perdí mi tiempo con cosas que no valían la pena y noté que la vida pasa demasiado rápido para perdérsela esperando algo que nunca va a pasar. Un día, descubrí que tiene sentido enamorarse y pelear por lo que uno siente. Después de muchos días entendí, que en la vida todos te van a lastimar, pero tienes que encontrar a las personas por las que vale la pena sufrir. Tienes que sonreír. Tienes que saber amar. Tienes que tener la grandeza para aceptar tus errores y la valentía para pedir perdón. Tienes que compartir. Tienes que cumplir. Tienes que olvidarte de los que te critican y unirte a los que te quieren y por sobre todo tienes que vivir cada momento como si fuera el último.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Dicen que los adolescentes, viven sin dolor y sin preocupaciones. O no es así? SE EQUIVOCAN. No es solo un dolor, son muchos dolores unidos, que forman una bola de depresión. Adolescencia, todos hablan de ella, los niños la desconocen, los adolescentes la desperdiciamos y los adultos la extrañan. Pero, ¿quién nos entiende? si ni nosotros nos entendemos. Buscamos amor, pero luego sufrimos. Nos ilusionamos, pero nos desilusionamos enseguida. Juzgamos, criticamos pero no superamos. Seguimos modas, para sentirnos mejor. A veces todo es blanco, luego es negro. Deseamos tener un físico en vez de un talento. Queremos todo sin tener que hacer nada. Quién sabe lo que nos pasa por la cabeza? Quién entiende lo que es enamorarse de un idiota? ¿quién sufre por amor, por familia, por estudios y aún así tiene una sonrisa dibujada? Quién tiene cambios en el cuerpo, quién se siente inferior, quién se siente marginado, quién sabe lo que es caerse una, y otra, y otra vez? Quién tiene que soportar el mal humor de los profesores, que descargan sus problemas en las clases?¿quién empieza a tener responsabilidades, empezar a crear un futuro, caer en la triste realidad de que no existen los espías super secretos de las películas ni las princesas, que tienes que llegar mas lejos sin decepcionar a sus padres? Dime quiénes somos los que tenemos toda esa presión, la que NINGÚN adulto entiende, esos que dicen que ya pasaron por nuestra edad, pero no entienden que no es como antes. Para ellos solo nos emborrachamos, nos drogamos y somos vagos. Dolor? Todos lo sentimos. Pero el peor dolor es la decepción, es la desilusión, es caer en la realidad. Es saber que si te duermes en el sofá, te levantas ahí.  Si no vistes bien, das asco. Si llevas capucha, eres ladrón. Si sigues tu sueño se ríen de ti. Si andas en skate, te drogas. Si no tienes celular no existes. Si piensas distinto, te marginan. No es fácil ser adolescente, pero es el aprendizaje mas grande que vamos a tener en nuestras vidas. Son las experiencias que vamos a contarle a nuestros hijos y nietos. Son las cosas que marcan y quedan para siempre, y solo se viven una vez. Una caída es una lección, y de eso se trata la adolescencia, de caerse y reírse, porque te puedes levantar y sabes que no será la primera ni la última caída. Es ahora o nunca.

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