Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir. Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad. Un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos, hacerse cargo. Además, un día lastimé a alguien y fue ahí cuando aprendí a pedir perdón. Un día lo viví triste y cuando llegó la noche me di cuenta que es mucho más lindo sonreír que llorar. Otro día, perdí mi tiempo con cosas que no valían la pena y noté que la vida pasa demasiado rápido para perdérsela esperando algo que nunca va a pasar. Un día, descubrí que tiene sentido enamorarse y pelear por lo que uno siente. Después de muchos días entendí, que en la vida todos te van a lastimar, pero tienes que encontrar a las personas por las que vale la pena sufrir. Tienes que sonreír. Tienes que saber amar. Tienes que tener la grandeza para aceptar tus errores y la valentía para pedir perdón. Tienes que compartir. Tienes que cumplir. Tienes que olvidarte de los que te critican y unirte a los que te quieren y por sobre todo tienes que vivir cada momento como si fuera el último.
sábado, 10 de noviembre de 2012
debi perder primero lo perdido
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado
si para estar ahora enamorado
fue mi enhester haber estado herido
tengo por bien sufrido lo sufrido
tengo por bien llorado lo llorado
porque despues de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino despues de haberlo padecido
porque despues de todo he comprendido
que lo que el arbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario